El ejercicio físico en la infancia y adolescencia.

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– Marina Muñoz Cervera –

La actividad física aporta beneficios fundamentales para la salud de niños y jóvenes, entre 5 y 17 años.

El sedentarismo, hoy en día, alcanza a los sectores más jóvenes de la población. Los ordenadores, juegos electrónicos, televisión, etc. se han convertido en un entretenimiento casi imprescindible para los chicos y ello determina que se alejen de una vida saludable desde el punto de vista del movimiento.

El sobrepeso y la obesidad en estas edades no solo condiciona una movilidad reducida, también es fuente de enfermedades como hipertensión, diabetes tipo 2, problemas renales, hepáticos, etc. que no deberían padecer los niños.

Los chicos están en contante evolución, su organismo se está formando y en esta etapa crítica de la vida, los descuidos en su alimentación y actividad física pueden pasar serias facturas en su futuro.

Beneficios del ejercicio para los chicos.

Algunos de los beneficios respaldados por evidencias científicas, son los siguientes:

– Mejora de las funciones cardiorrespiratorias.
– Mejora de la fuerza muscular.
– Reducción de la grasa corporal.
– Menor riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
– Mejor salud ósea.
– Menor presencia de síntomas de depresión.

Recomendaciones de la OMS.

La evidencia disponible parece indicar que la mayoría de los niños y jóvenes que realizan actividad física moderada o vigorosa durante 60 o más minutos diarios podrían obtener beneficios importantes para su salud.

El período de 60 minutos diarios consistiría en varias sesiones a lo largo del día (por ejemplo, dos tandas de 30 minutos), que se sumarían para obtener la duración diaria acumulada.

Además, para que los niños y jóvenes obtengan beneficios generalizados habrá que incluir ciertos tipos de actividad física en esas pautas de actividad total. En concreto, convendría que participasen regularmente en cada uno de los tipos de actividad física siguientes, tres o más días a la semana:

– Ejercicios de resistencia para mejorar la fuerza muscular en los grandes grupos de músculos del tronco y las extremidades.

– Ejercicios aeróbicos vigorosos que mejoren las funciones cardiorrespiratorias, los factores de riesgo cardiovascular y otros factores de riesgo de enfermedades metabólicas; actividades que conlleven esfuerzo óseo, para fomentar la salud de los huesos.

Los beneficios de la actividad física y de la adopción de estas recomendaciones superan los posibles perjuicios. El riesgo existente puede reducirse considerablemente incrementando progresivamente el nivel de actividad, especialmente en niños inactivos.

Con el fin de reducir el riesgo de lesiones, se fomentará el uso de equipo de protección (por ejemplo, un casco) en todos los tipos de actividad que pudieran entrañar ese riesgo.

Una alimentación equilibrada junto a la práctica de las anteriores recomendaciones, determina la salud de nuestros niños en el presente y les evita enfermedades en el futuro.

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Fuente:

Organización Mundial de la Salud. OMS. “Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud”. 2010.
ISBN: 978 92 4 359997 7

Imagen:

http://static.consumer.es/www/imgs/2011/06/ninos-futbol.listg.jpg

2 Respuestas a “El ejercicio físico en la infancia y adolescencia.

  1. Reblogueó esto en URAWA KARATE DOy comentado:
    Excelente información

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