– Marina Muñoz Cervera –
Una buena alimentación, durante el embarazo, es fundamental para el desarrollo del bebé y la salud de la madre.
El planteamiento de tener un hijo, debería partir de un estado de salud adecuado y un peso corporal saludable. Tan importante es la alimentación «antes» de la gestación, como «durante», así como en el período de «lactancia».
Antes del embarazo.
La deficiencia de folato o ácido fólico, antes de que una mujer quede embarazada, puede tener serias consecuencias en el desarrollo del bebé.
Toda mujer que se plantee o tenga abierta la posibilidad de tener hijos, debe asegurar su consumo de folato, en base al consumo de 5 raciones al día de frutas, hortalizas o verduras, ricas en ácido fólico.
Si no existe la posibilidad de cubrir el mencionado consumo, se recomienda el uso de suplementos o bien, alimentos fortificados con folato. En cualquier caso, sería necesario consultar con un experto sobre la necesidad de ingerir complementos alimentarios.
Durante el embarazo.
No es necesario «comer por dos» durante el embarazo. Una mujer que inicia su gestación con un peso saludable, normalmente necesita consumir 280 calorías «extra» por día.
Aspectos nutricionales que hay que cuidar:
– Las necesidades de hierro son elevadas durante la gestación y, habitualmente, se necesitan suplementos.
– La ingesta de yodo debe adecuarse a las necesidades, para evitar defectos en el nacimiento del niño, como daño cerebral y retardo mental.
– La ingesta de cantidades suficientes de ácido fólico, al comienzo del embarazo, es imprescindible para prevenir defectos neurales en el nacimiento.
– El zinc y las vitaminas A y C son importantes durante la gestación.
– Hay que cuidar especialmente el consumo de proteínas, fundamentales para el desarrollo de las células y tejidos del feto.
No obstante, y teniendo en cuenta los mencionados requerimientos, una alimentación equilibrada que mantenga las proporciones adecuadas de macro y micronutrientes, será lo que proporcione salud a la madre y al futuro niño.
Alimentación diaria de la embarazada:
Siempre que sea posible, una mujer embarazada debe tener acceso a los siguientes alimentos, diariamente:
– 4 vasos de leche o productos lácteos.
– 3 raciones de carne o pescado o huevos o legumbres (porotos o frijoles o alubias, lentejas, garbanzos, etc.).
– 5 raciones de frutas, hortalizas y verduras.
– 6 raciones de pan o cereales (trigo, maíz, arroz, etc.) u hortalizas feculentas como la patata.
– Mucho líquido.
En el caso de que, por motivos de accesibilidad o falta de recursos económicos, no se pueda tener la disponibilidad de alimentos mencionada, la mujer debería consultar a los especialistas de salud pública de su zona, para que procedan de la forma adecuada respecto de la valoración de la posibilidad de suplementación.
El alcohol no es aconsejable durante el embarazo.
Además de lo anterior, cualquier mujer en estado de gestación, debe someterse a revisiones médicas regulares.
Durante la lactancia.
La lactancia es un período que necesita un mayor aporte de energía, y nutrientes adicionales a los requerimientos normales, ya que si la alimentación de la madre no satisface las necesidades del bebé, la leche se fabricará a expensas de las reservas de la madre, agotándose las mismas.
En las lactancias prolongadas, muchas mujeres descuidan su aporte de nutrientes, y pueden llegar a desnutrirse.
Los requerimientos de nutrientes, necesarios para la época de lactancia, son los mismos que durante el embarazo, e incluyen zinc, calcio, folato, vitamina A y C.
Una mujer que está lactando, necesita una alimentación variada y nutritiva, que incluya:
– Alimentos que aporten proteínas, como carnes, pescados, huevos o legumbres.
– Alimentos que aporten almidones para obtener energía, como pan, cereales (arroz, trigo, maíz, sorgo, etc.) o patatas.
– Alimentos que aporten vitaminas y minerales como hortalizas, frutas y verduras.
Así como leche y abundantes líquidos.
Recuperación tras la lactancia.
La recuperación de la reservas de la mujer tras un período de lactancia, puede durar hasta 2 y 3 años, por eso es importante espaciar los embarazos, ya que ese tiempo repercutirá favorablemente en la salud de la madre y de los futuros bebés.
En esta entrada, hemos revisado la parte 1 de la lección 6 (Tema 3) del curso de la FAO Alimentarnos bien para estar sanos, que estamos incluyendo dentro de la categoría Lecciones de alimentación sana de este blog.
Fuente:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Alimentarse bien para estar sanos”. Depósito de documentos de la FAO. Roma, 2013. ISBN 978-92-5-107610-1.
Imagen:
http://img.europapress.net/fotoweb/fotonoticia_20140710093106_800.jpg
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