-Marina Muñoz Cervera-
Hace mucho tiempo que se escribe y comenta sobre los Alimentos Funcionales y/o nutracéuticos, sin embargo aún no existe una definición unificada respecto a los términos.
El concepto de alimentos funcionales nació en Japón. En los años 80, las autoridades sanitarias japonesas se dieron cuenta que para controlar los gastos sanitarios, generados por la mayor esperanza de vida de la población anciana, había que garantizar también una mejor calidad de vida. Se introdujo un nuevo concepto de alimentos, que se desarrollaron específicamente para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades (1).
En Europa muchos académicos, científicos y organismos reguladores están trabajando para encontrar maneras de establecer una base científica que apoye las alegaciones beneficiosas que se asocian a los componentes funcionales o los alimentos que los contienen. Sería necesario que un marco regulador protegiera a los consumidores de las atribuciones de propiedades falsas o confusas, y que además pudiera responder a las necesidades de la industria en cuanto a innovación en el desarrollo de productos, su comercialización y su promoción. Para que los alimentos funcionales puedan aportar todos los beneficios posibles para la salud pública, los consumidores tienen que comprender bien y confiar en los criterios científicos utilizados para documentar sus efectos y atribuciones beneficiosas (1).
Por el momento, los términos «Funcional» y «Nutraceútico» de algún modo se superponen. Y existen varias definiciones que intentan delimitar estos conceptos (2):
Alimentos Funcionales:
– Todo alimento o ingrediente de un alimento que pueda proporcionar un beneficio para la salud más allá del que aportan los nutrientes tradicionales que contiene.
– Son sustancias en las que se manipularon las concentraciones de uno o varios ingredientes para aumentar su contribución a una dieta saludable (US Institute of Medicine, National Academy of Sciences).
Nutracéuticos:
– Toda sustancia que pueda considerarse un alimento o una parte de un alimento y que proporcione beneficios médicos o para la salud, como por ejemplo la prevención y tratamiento de enfermedades (2).
Los alimentos funcionales se ofrecen sólo y exclusivamente como alimentos, pero no en forma de comprimidos o cápsulas. Deben formar parte de una dieta normal y ejercer efectos en las concentraciones consumidas habitualmente (European Comission Concerted Action on Functional Food Sciences -1999).
Actualmente se atribuyen funciones estimulantes de la salud y preventivas a muchos compuestos químicos naturales presentes en los alimentos, que ahora se denominan nutracéuticos cuando se consideran de una forma individual.
Un artículo de EUFIC (European Food Information Council), Alimentos funcionales (1), nos dice: «se considera que son aquellos alimentos, que se consumen como parte de una dieta normal y contienen componentes biológicamente activos, que ofrecen beneficios para la salud y reducen el riesgo de sufrir enfermedades. Entre algunos ejemplos de alimentos funcionales, destacan los alimentos que contienen determinados minerales, vitaminas, ácidos grasos o fibra alimenticia, los alimentos a los que se han añadido sustancias biológicamente activas, como los fitoquímicos u otros antioxidantes, y los probióticos, que tienen cultivos vivos de microorganismos beneficiosos.
En Japón, todos los alimentos funcionales son de origen natural, forman parte de la dieta japonesa y constituyen un grupo específico dentro de los alimentos dietéticos:»Alimentos para usos saludables específicos». Se debe obtener un permiso otorgado por el Ministerio de Salud y Bienestar Japonés para cada producto de este tipo (2).
Posiblemente lo que surge en una cultura, como necesidad imperativa del momento, se ajusta perfectamente a sus necesidades, sin embargo la extrapolación a otros ámbitos territoriales y culturales no es tan sencilla.
Fuentes:
(1) EUFIC (European Food Information Council). Alimentos funcionales.
http://www.eufic.org/article/es/nutricion/alimentos-funcionales/expid/basics-alimentos-funcionales/
(2) Biesalski – Grimm. Alimentos Funcionales. Nutrición Texto y Atlas. Editorial Médica Panamericana. Madrid 2009.
Imagen: http://www.revistaopcion.com/wp-content/uploads/2011/04/Revista_Opcion_8_simposium_nutricion.jpg