Los ciclos de luz y oscuridad son necesarios para la salud.

luz durante el sueño

Marina Muñoz Cervera-

La luz artificial tenue durante la noche puede estar relacionada con la precipitación de síntomas depresivos, según demuestra una investigación experimental publicada el 31 de julio, en la Revista Investigación y Ciencia: Luz artificial nocturna y depresión

Parece ser, que no es muy conveniente dormir con la lamparilla de noche encendida ni con el televisor conectado, porque la luz nocturna, aunque sea tenue, podría provocarnos los mismos síntomas que a los hámsters objetos del estudio. Según sus autores, los Investigadores de la Universidad de Ohio (USA), la exposición nocturna a la luz artificial se ha incrementado en los últimos 50 años y ello coincide con un aumento de las tasas de depresión.

Podría ser un factor, fácilmente evitable, que se suma a otras causas de esta enfermedad.

Según nos cuentan «expusieron a los roedores durante las noches de cuatro semanas a una luz tenue, es decir, a la misma intensidad que desprende una pantalla de un televisor en una habitación oscura. Al cabo de ese periodo de exposición a la luz artificial nocturna trasladaron a los animales de nuevo en un ciclo normal de iluminación de una, dos o cuatro semanas antes de analizar la incidencia del ambiente manipulado en los hámsteres. Los resultados mostraron que los roedores eran menos activos y mostraban un interés más bajo de lo normal (se comprobó en su reacción ante el agua potable con azúcar), síntomas comparables a los signos que manifiestan las personas que sufren depresión».

Los animales también presentaron:

– Cambios en el hipocampo (zona que se altera en los humanos con los cambios depresivos).

– Mayor producción de un mensajero único que liberan las células de sistema inmunitario cuando existe alguna herida o infección corporal y que produce inflamación para reparar el daño (Proteína factor de necrosis tumoral: TNF). Sin embargo, si bloqueaban los efectos de esta proteína con un fármaco prevenían los signos de depresión en los animales.

– Menor densidad de las espinas dendríticas (prolongaciones ramificadas de las neuronas que envían mensajes químicos de una célula a otra).

Afortunadamente todos estos síntomas volvieron a la normalidad a las dos semanas de restablecer el ciclo natural de luz y oscuridad.

En las personas se ha demostrado que existe una asociación entre la inflamación crónica y la depresión, por ello, los autores del trabajo expresan que «resulta muy significativa esta relación entre la luz tenue de la noche y la expresión aumentada de TNF».

Ya sabemos que, si notamos algún síntoma de depresión y dormimos con alguna luz o la televisión encendida o bien nos quedamos hasta tarde con el ordenador o mirando televisión, estos hábitos podrían contribuir a que se desencadenase un episodio depresivo. Pero sólo necesitamos cambiar de costumbres para que desaparezcan los síntomas.

Nuestra biología necesita del descanso reparador nocturno y ciclos regulares de luz y oscuridad.

Fuente: Luz artificial nocturna y depresión. Investigación y ciencia. Mente y Cerebro. Edición Española de Scientific American.
http://www.investigacionyciencia.es/Noticias01.asp

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/_TVoHmqupi3U/TOR0ionCyJI/AAAAAAAAEiU/Ny0UbMgvUF0/s1600/luz_tenue_.jpg

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