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La abundancia que implica un detrimento.

ambiente obesogénico

– Marina Muñoz Cervera –

«Obesidad» y «sobrepeso» son términos que están teniendo una gran relevancia en nuestros días.

Es debido su exagerada prevalencia y las repercusiones que ambos procesos tienen para la salud de las personas que los padecen y para la economía sanitaria de los países.

Por desgracia, no son problemas fáciles de resolver en un macroambiente obesogénico social que tienta y alienta al consumo de atractivas sustancias escasas en nutrientes y con elevados contenidos en azúcares y grasas.

Si a esto le sumamos que el progreso ha acortado distancias y que fácilmente podemos resolver problemas sin movernos de una butaca, el resultado es que la ingesta calórica supera en mucho al gasto de energía, entre otros abundantes factores relacionados.

No es un problema nuevo.

La obesidad no es un problema nuevo, de hecho en algunas culturas es un estándar de abundancia, belleza y muchas mujeres se ven obligadas a ser obesas para cumplir los requisitos que su sociedad les impone día a día.

Algunas culturas antiguas siguen vigentes, por ejemplo en Mauritania, a las niñas les obligan a comer de una manera forzada y exagerada para ser más bellas.

Algunas vomitan y enferman como consecuencia  del cebamiento, sin embargo, la sociedad en la que viven las condenan a una «muerte» en vida para resultar «atractivas».

Esta práctica, llamada «Gavage» es la consecuencia de la visión de la mujer en función de su volumen corporal.

Existe la creencia de que «mientras más voluminosa sea una mujer mayor espacio ocupa en el corazón de un hombre». El término «gavage» francés significa en castellano «cebado, engorde».

En la cultura de Tiwanaku, La Paz (Bolivia), las representaciones de la mujer considerada hermosa, siempre hacen alusión a figuras obesas. Y, de hecho, aunque ha pasado mucho tiempo, basta dar un paseo por las calles de la ciudad de La Paz para poder comprobar que el número, sobre todo de mujeres obesas, es muy alto.

Y estos son solo dos ejemplos,  porque la obesidad ha sido representada por pintores, escultores, etc., a lo largo de la historia, como un reflejo social.

«Mujeres fuertes o voluminosas o poderosas o robustas» son calificativos que se utilizan habitualmente para aminorar la realidad de una situación patológica que afecta gravemente a la salud, rodeada  de «mágicas soluciones» muy lucrativas que, en la mayor parte de las ocasiones, empeoran el problema.

Hoy en día, la obesidad no es exclusiva de las mujeres, la padecen ambos sexos y en algunas ocasiones es consecuencia de un mal abordaje del problema a base de dietas que adelgazan durante un tiempo, pero que producen un efecto rebote y un engordamiento posterior, incluso superior al que existía previamente; en otras, existe una patología subyacente que determina su aparición y mantenimiento.

Sin embargo, desde antiguo, el exceso de peso es sinónimo de abundancia, quien tenía posibilidades de comer, así lo demostraba.

¿Cuánto pesa esta antigua herencia en nuestros días?

Es una pregunta que se me ocurre sobre la marcha al revisar los sinónimos de abundancia: copiosidad, riqueza, acopio, profusión, exuberancia, afluencia, opulencia, fertilidad, demasía, exageración, exceso, raudal, multitud, plétora;
y sus antónimos: escasez, estrechez, falta.

No soy quien para valorar la belleza o ausencia de la misma en la obesidad o en el sobrepeso, de hecho, quizás por deformación profesional, me preocupan otros factores, como la limitación de movilidad, pérdida de agilidad, las enfermedades asociadas, etc. y todas aquellas consecuencias que están lejos de ser sinónimos de «abundancia en salud» y que se acercan de forma muy peligrosa al «detrimento de la salud».

Y me preocupa el sufrimiento que subyace en las personas que por falta de recursos y/o desinformación, viven el día a día con una sobrecarga física que difícilmente les permite llevar una vida normal, también la de aquellos que sufren las graves consecuencias de esta patología.

Y me inquietan aquellas personas que, a pesar de su incesante lucha por cambiar su situación, no consiguen resolverla.

Es paradójico que la abundancia representada por la obesidad en todos los tiempos haya sido equivalente a una escasez en salud.

Aún es normal en algunas sociedades que una persona con un peso considerado normal, según su Índice de Masa Muscular, y por tanto, menos abocada al padecimiento de enfermedades asociadas con el exceso de peso, sea considerada «flaca» en el sentido de «débil» o «escaso».

Quizás uno de los factores que haya que tener en cuenta a la hora de plantearnos cómo abordar este problema es en qué lugar queremos estar situados en nuestra civilización.

¿Poderosos? ¿Robustos? ¿Ricos? ¿Opulentos? ¿Exuberantes?

¿En qué?

Me temo que si todos los calificativos anteriores se refieran  a peso,  grasa y enfermedades, posiblemente nos veamos muy grandes en tamaño pero estaremos lejos de la fortaleza física y de la salud.

Pienso que una persona fuerte y sana es aquella que tiene sus defensas en buen estado, que se alimenta de forma conveniente para sus necesidades y que se aleja de la obligación que determina la obesogenia social, que bien mirado no dista mucho de las costumbres mauritanas, pero en este caso la imposición no es forzada por los padres, es por una sociedad que aturde los sentidos con publicidad engañosa.

¿Qué lugar queremos ocupar?

Dejo la pregunta en el aire y me permito esta reflexión sobre el tema porque pienso que la elección es el primer paso para la consecución.

Enlaces relacionados:

¿Qué es el Ambiente Obesogénico?

Imagen:

http://www.naturalwellbeing.com/blog/are-you-getting-enough-exercise

El tomillo, un valioso condimento.

thymus vulgaris

Marina Muñoz Cervera –

Valioso por sus generosas virtudes, es el tomillo una especia muy utilizada para aromatizar y dar sabor a múltiples recetas culinarias

Sobre todo carnes y aves, pero también es un condimento excelente para arroces.

Muy rico en aceites esenciales, pertenece, al igual que el orégano, el romero, la albahaca, la menta o hierbabuena, la mejorana, la ajedrea y la salvia, entre otras muchas especies, a la familia de plantas «Lamiaceae», también conocidas como Labiadas. Su género botánico es «Thymus» y su especie, «vulgaris» aunque existen muchas variedades, esta es la más conocida.

Algo sobre su historia

Se cuenta que el tomillo fue usado por los egipcios para embalsamar a sus faraones y los griegos lo utilizaban para perfumarse, en baños y para quemarlo en sus rituales dentro de los templos; era para los griegos un símbolo del valor guerrero al igual que para los romanos y lo quemaban en sus viviendas para purificarlas (1), su mitología nos transmite que la planta del tomillo brotó de una lágrima derramada por Helena de Troya, de la que los guerreros obtenían fuerza y coraje para la lucha (2).

Una leyenda cristiana, narra que «cuando José de Arimatea llevó su Santo Cáliz a la Montaña Sagrada de Montserrat, los ángeles quisieron otorgar una prebenda a los visitantes de la montaña, por lo que poblaron sus laderas con tomillo, cuyo aspecto y belleza en flor recuerda al Santo Grial. Desde entonces al tomillo se le asignan todo tipo de propiedades curativas» (2).

Comúnmente conocido como tremoncillo (3)(4) y estremoncillo, el Dr. Pío Quer (Doctor en Farmacia y Licenciado en Ciencias Químicas, español – años 1888-1964) refería que el Dr. Leclerc (Nota: probablemente se trate de Georges Louis Leclerc, naturalista, botánico francés – años 1707-1788), resumía las facultades del tomillo en la siguientes palabras (4):

«Sobre la circulación y los centros nerviosos, su esencia ejerce una acción que se manifiesta por una mayor amplitud de pulso, por un aumento de las fuerzas físicas, por una mejoría del tono moral y un despertar de las funciones digestivas. Esta acción justifica su empleo en la clorosis (Nota: anemia debida a la falta de hierro de los glóbulos rojos), la astenia nerviosa y en todos los casos en los que importe estimular la circulación capilar y favorecer las combustiones orgánicas; además está dotada esta planta de propiedades antisépticas y antiespasmódicas, tiene asimismo indicación en las afecciones del aparato respiratorio, del cual modifica las secreciones y modera los espasmos» (4).

También comentaba el Dr. Quer, su uso generalizado contra la tos convulsiva o tosferina, así como para deshacerse de parásitos intestinales y como repelente de los mosquitos. Mencionaba una receta de caldo de tomillo para los que no tienen hambre o necesitan de un estimulante que les facilite la digestión: en un plato sopero se escaldan unas rebanadas de pan un poco duro, rociado con buen aceite de oliva, un poco de sal y unos brotecitos o sumidades de tomillo; se tapa con otro plato y se deja cinco minutos; la sopa se tiempla (Nota: calienta un poco) y toma un delicioso sabor a tomillo y aceite (4).

En la actualidad:

Hoy en día, confieren al tomillo propiedades como antiespasmódico, carminativo (combate los gases), eupéptico (digestivo), antiséptico y antitusígeno.

Sin embargo a dosis altas, el aceite puede producir convulsiones y es caustico para la piel. Su uso está contraindicado en el embarazo y lactancia y en casos de úlcera gastroduodenal. No podemos olvidar que sus principios activos tienen acciones farmacológicas concretas.

Esta hierba aromática, como hemos visto no destaca por sus propiedades nutricionales, pero sí por sus virtudes medicinales.

Es una planta que fácilmente puede cultivarse en huertos caseros y tiene un olor delicioso. La infusión de tomillo se prepara con sus sumidades floridas y es verdaderamente tonificante; la leyenda de la lágrima de Helena de Troya, se comprende al degustarla por su agradable sabor y por el efecto que produce en la respiración.

Nota: interpretación libre del contenido.

Enlaces relacionados:
La albahaca en la medicina antigua y una perspectiva actual.
El romero: condimento y medicamento
El orégano: pasado y presente de una lamiacea.
Receta: “Ratatouille”

Fuentes bibliográficas:
(1) Nutrición y Alimentación «El tomillo». http://nutricion.nichese.com/tomillo.html
(2) Región de Murcia digital. «Tomillo». http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,543,m,2719&r=ReP-19736-DETALLE_REPORTAJESPADRE
(3) Tomillo. Fichas inforjardin. http://fichas.infojardin.com/condimentos/thymus-vulgaris-tomillo-tremoncillo.htm
(4) Pío Font Quer. “Romero”. El Dioscórides Renovado. 4ª Edición. Págs. 651-652. Ediciones Península. Barcelona 2002.
(5) Fitoterapia avanzada. Fundación Universitaria Iberoamericana.

Imagen: http://www.cocinerosdeverdad.com/especial-hierbas/

El orégano: pasado y presente de una lamiacea.

hierba aromática

– Marina Muñoz Cervera –

El orégano es muy rico en calcio, magnesio y fósforo.

Continuando con las hierbas aromáticas pertenecientes a la familia Lamiaceae, que comprende diversos géneros de plantas que contienen aceites esenciales, vamos a conocer al orégano.

Es una conocida especia culinaria muy utilizada en platos italianos, pizza, espagueti, etc., aunque también se emplea en otros países, para aderezar variadas hortalizas.

Taxonómicamente pertenece al género «Origanum» y la especie del orégano común es «vulgare». Está incluida, botánicamente,  en la familia «Lamiaceae» (1).

Algo sobre su historia.

El término «Origanum» deriva de la palabra griega «óros» (montaña) y de la raíz griega «gan», presente en verbos como «ganáo», «ganóo» y «gánimay» que significan brillar, destellar o estallar de júbilo y alegría. Significa, por tanto, «alegría de las montañas», de ahí el dicho popular «no todo el monte es orégano», para indicar que en las cosas no todo es fácil, agradable y productivo (2).

La planta recibe popularmente los nombres de mejorana silvestre y orenga (1). Según cuenta la leyenda, fue Afrodita, diosa griega del amor, la primera en cultivar esta planta y dotarla del aroma que posee (3).

Pedanio Dioscórides, médico de la Antigua Grecia (40-90 d.C.),  decía lo siguiente sobre el orégano: «de todas las especies de orégano solamente en los nombres difieren, teniendo todos una mesma virtud y fuerza, visto que cualquiera de ellas calienta y deseca en grado tercero y ansí, resuelve, adelgaza, corta y digere potentisimo. Tiene tan capital odio a la berza el orégano, y oféndela en tanta manera, que luego si se planta cerca della, la seca» (4).

Hoy día, se utiliza sobre todo como digestivo y tónico, entre otros muchos usos (4). El orégano tiene capacidad antimicrobiana y antioxidante, cualidad no solo utilizada por la medicina natural en los empleos de su aceite esencial, sino también por la tecnología alimentaria ya que puede favorecer la inocuidad y estabilidad de los alimentos (5).

Sus virtudes nutricionales.

El orégano seco destaca por ser un excelente nutriente, contiene mucho calcio (1576 mg por 100 gramos), potasio (1669 por cada 100 gramos), magnesio, fósforo y en menor cantidad, hierro, zinc, sodio, selenio, cobre y manganeso (6).

También nos proporciona vitaminas, ácido fólico (274 microgramos por 100 gramos), vitamina A (690 microgramos por 100 gramos), vitamina K (622 microgramos por 100 gramos), B1, B2, B6, E, C, niacina y equivalentes carotenoides (6).

Tiene un alto contenido en almidones (17,5 gramos en 100 gramos) y muy pocos azúcares simples (4,1 gramos en 100 gramos, del tipo, glucosa, sacarosa, fructosa y galactosa); su contenido en grasas es sobre todo del tipo poliinsaturadas (6).

Nos aporta  42,8 gramos de fibra y 11 gramos por 100 gramos de hojas secas de proteínas (6).

Como vemos no solo da sabor y adorna los platos sino que también nos enriquece, nutricionalmente hablando.

Y, para terminar esta entrada, solo comentaros que si del romero se dice que con sus virtudes se puede escribir un libro entero, sobre el orégano podríamos decir lo mismo, no obstante, su aceite esencial es potente y hay que ser cautos con su uso, una buena información es imprescindible, antes de utilizarlo de forma terapeútica.

Fuentes bibliográficas:

(1) Orégano. Infojardin. Fichas de plantas.
http://fichas.infojardin.com/condimentos/origanum-vulgare-oregano-mejorana-silvestre-orenga.htm
(2) Orégano. Diccionario etimológico.
http://etimologias.dechile.net/?ore.gano
(3) El cultivo del orégano. 2ª parte. Infoagro.com
http://www.infoagro.com/aromaticas/oregano2.htm
(4) Pío Font Quer. “Orégano”. El Dioscórides Renovado. 4ª Edición. Págs. 695-696. Ediciones Península. Barcelona 2002.Dioscórides.
(5) Cynthia Cristina Arcila-Lozano, Guadalupe Loarca-Piña, Salvador Lecona-Uribe y Elvira González de Mejía.
PROPAC (Programa de Posgrado en Alimentos del Centro de la República), Facultad de Química, Universidad Autónoma de Querétaro, Departamento de Ciencia de Alimentos y Nutrición Humana, University of Illinois, Urbana-Champaign. ALAN (Archivos Latinoamericanos de Nutrición). Publicación Oficial de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición. Año 2004, volumen 54, número 1.
http://www.alanrevista.org/ediciones/2004-1/oregano_propiedades_composicion_actividad_biologica.asp
(6) Ortega RM, López-Sobaler AM, Andrés P, Requejo AM, Aparicio Vizuete A, Molinero LM.
DIAL software for assessing diets and food calculations.
Departamento de Nutrición (UCM) y Alce Ingeniería, S.L.
Current Version 2.16 2012.

Imagen:

http://buenasalud.net/2012/10/17/propiedades-y-beneficios-del-oregano.html#

Entrada actualizada el 07-11-2019