– Marina Muñoz Cervera –
El descubrimiento de un nuevo manjar contribuye más a la felicidad del género humano que el descubrimiento de una estrella.
Esta frase es uno de los aforismos empleados por Jean Antselme Brillat Savorin, jurista francés, en su libro «Fisiología del Gusto» o «Meditaciones de gastronomía trascendente», publicado en 1825.
Este hombre, a los 70 años de edad (fecha de publicación del libro) ya había vivido todo el florecimiento de la cocina francesa del siglo XVIII, época en la que se asientan las cocciones clásicas y las salsas prestigiosas.
Me ha parecido interesante porque demuestra la magnitud de la alimentación y sus sabores en nuestro psiquismo, y, como consecuencia de ello, en nuestro desarrollo como especie humana, tanto es así, que en otros de sus aforismos, nos deja la siguiente sentencia: El destino de las naciones depende de su alimentación.
Fuente:
Francisco José Florez-Tascón, Francisco José Florez-Tascón Sixto, Carmelo García Romero. «¿Somos lo que comemos o comemos como somos?». Editorial Universitaria Ramón Areces. Madrid, 2011.
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