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Garcinia mangostana, una fruta asiática de actualidad.

mangostan

– Marina Muñoz Cervera –

La Garcinia es la fruta del árbol conocido como Mangostán, Mangostino o Jobo de la India.

Esta fruta exótica, perteneciente a la familia «Clusiaceae» (Gutíferas), procede del Sudoeste de Asia y ha sido utilizada por la medicina asiática durante siglos para el tratamiento de infecciones de la piel, disentería, diarreas en general e infecciones del tracto urinario.

En el año 1958 se aísla un componente del pericardio de la fruta, la «α mangostina» (xantona) y, en el año 1970, se comprobó que su riqueza en unas sustancias antioxidantes, conocidas como «xantonas» eran responsables de los efectos antiinflamatorios de esta fruta.
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El tomillo, un valioso condimento.

thymus vulgaris

Marina Muñoz Cervera –

Valioso por sus generosas virtudes, es el tomillo una especia muy utilizada para aromatizar y dar sabor a múltiples recetas culinarias

Sobre todo carnes y aves, pero también es un condimento excelente para arroces.

Muy rico en aceites esenciales, pertenece, al igual que el orégano, el romero, la albahaca, la menta o hierbabuena, la mejorana, la ajedrea y la salvia, entre otras muchas especies, a la familia de plantas «Lamiaceae», también conocidas como Labiadas. Su género botánico es «Thymus» y su especie, «vulgaris» aunque existen muchas variedades, esta es la más conocida.

Algo sobre su historia

Se cuenta que el tomillo fue usado por los egipcios para embalsamar a sus faraones y los griegos lo utilizaban para perfumarse, en baños y para quemarlo en sus rituales dentro de los templos; era para los griegos un símbolo del valor guerrero al igual que para los romanos y lo quemaban en sus viviendas para purificarlas (1), su mitología nos transmite que la planta del tomillo brotó de una lágrima derramada por Helena de Troya, de la que los guerreros obtenían fuerza y coraje para la lucha (2).

Una leyenda cristiana, narra que «cuando José de Arimatea llevó su Santo Cáliz a la Montaña Sagrada de Montserrat, los ángeles quisieron otorgar una prebenda a los visitantes de la montaña, por lo que poblaron sus laderas con tomillo, cuyo aspecto y belleza en flor recuerda al Santo Grial. Desde entonces al tomillo se le asignan todo tipo de propiedades curativas» (2).

Comúnmente conocido como tremoncillo (3)(4) y estremoncillo, el Dr. Pío Quer (Doctor en Farmacia y Licenciado en Ciencias Químicas, español – años 1888-1964) refería que el Dr. Leclerc (Nota: probablemente se trate de Georges Louis Leclerc, naturalista, botánico francés – años 1707-1788), resumía las facultades del tomillo en la siguientes palabras (4):

«Sobre la circulación y los centros nerviosos, su esencia ejerce una acción que se manifiesta por una mayor amplitud de pulso, por un aumento de las fuerzas físicas, por una mejoría del tono moral y un despertar de las funciones digestivas. Esta acción justifica su empleo en la clorosis (Nota: anemia debida a la falta de hierro de los glóbulos rojos), la astenia nerviosa y en todos los casos en los que importe estimular la circulación capilar y favorecer las combustiones orgánicas; además está dotada esta planta de propiedades antisépticas y antiespasmódicas, tiene asimismo indicación en las afecciones del aparato respiratorio, del cual modifica las secreciones y modera los espasmos» (4).

También comentaba el Dr. Quer, su uso generalizado contra la tos convulsiva o tosferina, así como para deshacerse de parásitos intestinales y como repelente de los mosquitos. Mencionaba una receta de caldo de tomillo para los que no tienen hambre o necesitan de un estimulante que les facilite la digestión: en un plato sopero se escaldan unas rebanadas de pan un poco duro, rociado con buen aceite de oliva, un poco de sal y unos brotecitos o sumidades de tomillo; se tapa con otro plato y se deja cinco minutos; la sopa se tiempla (Nota: calienta un poco) y toma un delicioso sabor a tomillo y aceite (4).

En la actualidad:

Hoy en día, confieren al tomillo propiedades como antiespasmódico, carminativo (combate los gases), eupéptico (digestivo), antiséptico y antitusígeno.

Sin embargo a dosis altas, el aceite puede producir convulsiones y es caustico para la piel. Su uso está contraindicado en el embarazo y lactancia y en casos de úlcera gastroduodenal. No podemos olvidar que sus principios activos tienen acciones farmacológicas concretas.

Esta hierba aromática, como hemos visto no destaca por sus propiedades nutricionales, pero sí por sus virtudes medicinales.

Es una planta que fácilmente puede cultivarse en huertos caseros y tiene un olor delicioso. La infusión de tomillo se prepara con sus sumidades floridas y es verdaderamente tonificante; la leyenda de la lágrima de Helena de Troya, se comprende al degustarla por su agradable sabor y por el efecto que produce en la respiración.

Nota: interpretación libre del contenido.

Enlaces relacionados:
La albahaca en la medicina antigua y una perspectiva actual.
El romero: condimento y medicamento
El orégano: pasado y presente de una lamiacea.
Receta: “Ratatouille”

Fuentes bibliográficas:
(1) Nutrición y Alimentación «El tomillo». http://nutricion.nichese.com/tomillo.html
(2) Región de Murcia digital. «Tomillo». http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,543,m,2719&r=ReP-19736-DETALLE_REPORTAJESPADRE
(3) Tomillo. Fichas inforjardin. http://fichas.infojardin.com/condimentos/thymus-vulgaris-tomillo-tremoncillo.htm
(4) Pío Font Quer. “Romero”. El Dioscórides Renovado. 4ª Edición. Págs. 651-652. Ediciones Península. Barcelona 2002.
(5) Fitoterapia avanzada. Fundación Universitaria Iberoamericana.

Imagen: http://www.cocinerosdeverdad.com/especial-hierbas/

El romero: condimento y medicamento.

rosmarinus officinalis

– Marina Muñoz Cervera –

Es romero es un condimento, que fue usado como medicamento.

Esta especia o condimento es conocida por todos como aromatizante y saborizante de muchas preparaciones culinarias. Tras el dicho «con las virtudes del romero se puede escribir un libro entero» hay todo un mundo de práctica en su uso que nos demuestra que no solo es una hierba aromática sino también una planta con propiedades medicinales.

Pertenece a la misma familia botánica que la albahaca, «Lamiaceae» (comprende más de 200 especies de plantas y todas ellas contienen aceites esenciales), siendo su especie, «Rosmarinus» y su género «officinalis», este último término, se aplica a muchas especies que desde muy antiguo se consideran hierbas medicinales (1).

El romero en la antigüedad:

En la experiencia de Pedanio Dioscórides (40-90 d.C.) , médico en la antigua Grecia, el romero sanaba la ictericia «dándose a beber el cocimiento de sus hojas» y describe el momento en el que tenían que administrarse: «antes de que se ejercite el enfermo; el cual habiéndose ejercitado debe entrar al baño y beber vino» (2) (en el contexto histórico de Dioscórides, médico del ejército de Nerón, «ejercitarse» puede significar «llevar a cabo las maniobras o las contiendas propias del ejército», tratándose esto último de mi libre interpretación basada en el significado etimológico de la palabra «ejercitar»).

Andrés de Laguna, médico español, dedicado a la botánica médica y a la farmacología (1499-1560)  dice del romero, que «su sahumerio (*) sirve para la tos y el catarro, preserva la casa de ambientes corruptos y de las pestilencias y hace huir a las serpientes de ella» (2).

Fue en el año 1300 cuando Arbau de Vilanova, médico español,  descubrió su esencia en disolución alcohólica; en el siglo XVI se preparó el Agua de la Reina , destilando con alcohol las sumidades floridas del romero y desde entonces se le atribuyeron grandiosas virtudes cosméticas para el rejuvenecimiento del piel (2).

Hoy en día sabemos que es estimulante, antiespasmódico, ligeramente diurético y colagogo (provoca la evacuación de bilis); en su uso externo se emplea para combatir los dolores articulares, así como para tonificar el cuerpo fatigado por trabajos violentos (2), por los efectos antiinflamatorios, rubefacientes y analgésicos de su aceite esencial rico en pireno, alcanfor y cineol.

Como hepatoprotector y carminativo, se emplea en el tratamiento de afecciones hepatobiliares como hepatitis, colecistitis y también en flatulencias.

Como cicatrizante y estimulante del cuero cabelludo se emplea tópicamente en heridas y problemas de alopecia. Describe Pío Font Quer (1888 Lérida-1964 Barcelona), Doctor en Farmacia y Licenciado en Ciencias Químicas, que para lavar las llagas se utiliza la infusión de sumidades floridas en la proporción de 1 onza (28,57 gramos) por litro de agua hirviendo; se lavan las heridas y/o llagas dos veces al día con este agua que será preparada de nuevo cada vez (2).

Como vemos detrás del simple condimento de arroces y otros platos hay todo un mundo que podemos explorar.

No destaca especialmente como nutriente, pero sí como medicamento, en forma de infusión, extracto fluido, extracto seco y aceite esencial; sin embargo no es del todo inocuo, el uso de su aceite esencial está contraindicado en el caso de embarazo (es abortivo), en el caso de obstrucción de vías biliares, durante la lactancia, en epilepsia, úlceras gastroduodenales y en niños menores de 6 años.

El aceite esencial puro no debe usarse por vía interna porque puede producir espasmos musculares, gastroenteritis, irritación renal y si se utilizan altas dosis puede ser neurotóxico.
(*)sahumerio: humo aromático

Enlace relacionado:

Recetas: Calabaza al romero.

Fuentes bibliográficas:

(1) Inforjardin. Romero
http://fichas.infojardin.com/arbustos/rosmarinus-officinalis-romero.htm
(2) Pío Font Quer. “Romero”. El Dioscórides Renovado. 4ª Edición. Págs. 651-652. Ediciones Península. Barcelona 2002.
(3) Fitoterapia avanzada. Fundación Universitaria Iberoamericana.

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Entrada actualizada el 09-07-2013