-Marina Muñoz Cervera-
Esta receta de acelgas con patata rellena y guarnición de pimientos y cebolleta es nutritiva a la vez que decorativa y original.
Su autor es Enrique Fleischmann (1) y procede del blog Hogaturil.
Podemos comer las verduras con patatas rellenas de yema de huevo o bien con cualquier otro ingrediente que se nos ocurra, por ejemplo carne picada. Tal y como está descrita puede ser deliciosa pero quizás haya personas con el colesterol alto, a las que no les venga bien comer yema de huevo, y entonces puede sustituirse también por clara de huevo, atún, etc. que nos aportarán proteínas. Es una idea de cómo combinar los vegetales para que no se nos hagan aburridos y vayamos variando los ingredientes. Según las cambios que hagamos en los ingredientes del plato variará en su calidad nutritiva. Tal y como está descrito, esta receta nos aporta: alimentos energéticos (patata, colesterol del huevo y aceite de oliva), plásticos (queso) y reguladores (verduras).
Ingredientes para 2 personas:
– 12 acelgas
– 3 patatas
– 1/4 de pimiento rojo
– 1/4 de pimiento verde
– 1/2 cebolleta
– 2 yemas de huevo
– 50 g de queso parmesano (mejor desgrasado)
– aceite de oliva
– sal
– flores de caléndula
– cebollino fresco
Elaboración:
Para el puré de acelgas: Pela las patatas y ponlas a remojo en un recipiente amplio con agua. Trocea dos patatas y saltéalas en una cazuela con un chorrito de aceite. Separa las pencas de las acelgas de las hojas e incorpora las pencas a la cazuela de las patatas. Sazona y cubre con agua para que se cuezan. Trocea las hojas de las acelgas y agrégalas. Cocina un par de minutos más hasta que las patatas estén hechas y tritura con la batidora. Reserva en caliente hasta el momento de servir.
Para las patatas rellenas: Trocea la otra patata y cuécela en un cazo con abundante agua y una pizca de sal. Pásala a un colador y aplástala con un tenedor. Coloca cuatro porciones de masa de patata en un plástico transparente y aplasta para darles forma circular. Pon las yemas sobre dos círculos de patata y tapa con las otras dos. Coloca un cortapastas circular en el centro y corta lo sobrante. Envuelve con el plástico y deja reposar a temperatura ambiente. Saltéalas en una sartén con un chorrito de aceite. Desmolda.
Para la guarnición: Pica los pimientos y la cebolleta y saltéalos en una sartén con un chorrito de aceite y una pizca de sal.
Sirve las patatas rellenas de yema con el puré de acelgas y el salteado de pimientos. Acompaña con unas lonchas de queso y vierte un hilo de aceite de oliva sobre la patata rellena. Decora con las flores de caléndula y el cebollino.
Con esta idea podemos imaginar variedades que se adapten a nuestras posibilidades culinarias, tanto en la elaboración como en la decoración del plato.
¡¡Que os aproveche!!
Fuente: Enrique Fleischmann
Imagen:
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Consejo Nutricional 