– Marina Muñoz Cervera –
¿Desayunas todos los días?
¿Cuántas veces nos despertamos pensando en lo que tenemos que hacer, apurados de tiempo y saltamos de la cama a la ducha, nos vestimos y tomamos rápidamente un café mientras vamos saliendo de casa?
Esta imagen, tan propia de algunas películas, es un reflejo de la realidad de muchas personas, hoy en día. Por desgracia, las prisas toman las riendas de nuestra existencia y la salud queda relegada a un último plano.
Antes de entrar de lleno en el tema, me gustaría plantearos una reflexión ¿qué trabajo podríamos desempeñar si nos falta la salud?
Nuestro organismo necesita nutrientes desde que nos levantamos, un café nos despierta, pero muy escasamente nos nutre y de esa manera afrontamos nuestra existencia, sin más ayuda que ninguna para un cuerpo que tiene que moverse, pensar y realizar un sin fin de actividades hasta la hora del almuerzo.
Algunas investigaciones sobre la consecuencias de evitar el desayuno.
Un estudio, publicado en la revista Public Health Nutrition, demuestra que los adolescentes que desayunan poco o nada, tienen un 68% más de posibilidades de desarrollar Síndrome Metabólico (obesidad abdominal, hipertrigliceridemia, hipertensión, diabetes y niveles bajos del colesterol HDL).
En otro estudio, publicado en la revista Circulation, demuestran que los hombres que no desayunan tienen mayor riesgo de infarto. Según la autora principal del trabajo, la doctora Leah E. Cahill: «Saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo como la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol elevado y la diabetes, lo que a su vez puede provocar un ataque al corazón». Si queréis leer el artículo completo podéis acceder a través del siguiente enlace: Prospective Study of Breakfast Eating and Incident Coronary Heart Disease in a Cohort of Male US Health Professionals.
Además de lo anterior, suprimir esta comida, que debe suponer el 20% del total calórico diario, conduce a peor humor, menor capacidad de rendimiento intelectual concentración, sensación de cansancio, estreñimiento y comer más a lo largo del día.
En fin, nosotros escogemos entre comenzar un día con déficit en nuestro organismo o con un buen desayuno a base de glúcidos de absorción lenta (pan, cereales, a ser posible integrales) fruta y alguna fuente de proteína como el yogur desnatado, que nos aportará nutrientes para evitar lo descrito anteriormente. Levantarnos un poco antes para desayunar merece la pena.
Enlaces relacionados:
Beneficios de la combinación “desayuno – deporte”.
El desayuno y su trascendencia.
El desayuno con cereales, a diario, ayuda a reducir la obesidad en niños.
Fuentes:
– Public Health Nutrition, Volume 17, Issue 3
March 2014 , pp. 486-497. Copyright: © The Authors 2013
https://doi.org/10.1017/S1368980013000463
– Circulation. «Prospective Study of Breakfast Eating and Incident Coronary Heart Disease in a Cohort of Male US Health Professionals».
doi: 10.1161/?CIRCULATIONAHA.113.001474
Imagen:
http://www.cepvi.com/psicologia-infantil/articulos/desayuno.shtml
Última revisión: 23-02-19